miércoles, 4 de mayo de 2011

Nocturno

1 comentario:

  1. A la hora en que el sol muere suave
    mecido en su lecho...
    evoco ,con plegarias milenarias,
    tu nombre y los desvelos.
    Es tanto el amor que tengo...
    que mi destino es muy cierto,
    como cóncavo sobre convexo,
    con el pensamiento abierto
    me dirijo a tu encuentro...

    Besos

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