sábado, 7 de enero de 2012

Seis de enero

SEIS DE ENERO

Con sólo amanecer y un ojo abierto,
el niño bajo mantas y sonrisas
se tira de su cama, pis y prisas,
nervioso, ni dormido ni despierto.

La carta que escribió con buen acierto

repleta de deseos sin divisas
habrá de dar su fruto. Son sus risas
racimo de ilusión y desconcierto.

La casa de festejo se ha vestido,

los Reyes le han dejado su regalo
envuelto con papel y colorido.

Este año ha sido bueno, nada malo,

los Magos su palabra le han cumplido,
hoy nadie se merece un varapalo.

A mi niñez escalo.

Bien sé que lo del Rey es un invento
mas hoy quiero ser página de un cuento.


Aborojuan, en el día más mágico del año veinte-doce.