ESPERANZA
No dejaré morir mis sueños
ni despertar más quimeras
en mi almohada.
Continuaré disfrazándome de tiempo
para que sepas
que sigo desnudo y caminando
con las manos abiertas
heridas de silencio.
Definitivamente la Esperanza,
siempre empezó por “eme” de mañana.
Aborojuan,
mes de junio del año veinte doce.
No hay comentarios:
Publicar un comentario