LUNAS DE LOBOS
Días atrás, todavía creciente,
desleía con timidez las sombras de las noches;
destellos en su sonrisa.
La arena del reloj, en su caída,
testigo del avance de los días
la veía crecer y crecer.
Crecer y esponjarse hasta tal límite que
llegada la nueva fase -luna llena-
se nos mostraba corro y roma,
roma y cal; cal y luz; luz y círculo.
El lobo, con sus párpados inundados de luna
hipnotizado en la cumbre de la peña
aúlla solitario sus quejidos
atraído por la blancura de sus encajes.
Prolongados
latigazos de su llanto
recorren
los bordes del encuentro
perdiéndose
a lo largo de sus largas úes
Auuuu...
hasta
que el eco, misterioso y musical,
devuelve
los acordes recibidos. Auuuu...
Al
trote de su instinto,
va
dejando en la blandura de los barros
y
en las secas polvaredas de los caminos
inequívocas
huellas que más tarde
seguirán
los hombres de las escopetas.
Noche
de luna llena, luna de lobos.
Aborojuan, enero 2014
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