Uno
de los grandes temas a los que han cantado los poetas desde siempre, es
la muerte. Si con la poesía se pretende emocionar, es indudable que
tratándose de ella, se provocan sentimientos y emociones que saltan a
flor de piel.
Siendo así, cuando escribo y publico algún poema de
tristeza, dolor o muerte, siempre me gusta puntualizar que nada tiene
que ver con mi estado de ánimo actual.
Un ejercicio poético y nada más. Esta vez, como en otros temas, con cuerpo de soneto.
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